MiAgua SaMic es una iniciativa comunitaria que busca reducir la contaminación en la microcuenca del río San Juan, beneficiando directamente
a 11 comunidades: Huajojutla, La Quebradora, Acamixtla, El Cedrito, Tehuilotepec, San Juan de Dios, Juliantla, El Boliche, Xochula, Hueymatla y San Sebastián.
Durante el 2024 y lo que va del 2025, el proyecto ha trabajado en el diagnóstico de problemáticas locales y en la propuesta de soluciones a través de
planes estratégicos. Gracias a este esfuerzo, 10 comunidades ya conocen y utilizan este documento como una herramienta de planeación para orientar acciones
en materia de agua y saneamiento, así como para gestionar financiamiento de proyectos de infraestructura.
Infraestructura para el agua
Un avance importante ha sido la planificación, instalación y rehabilitación de los Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL) en San Juan de Dios,
Juliantla y Hueymatla. Durante la temporada de lluvias, estos sistemas permiten recolectar y aprovechar cerca de 150,000 litros de agua al año, equivalentes
a 15 pipas de 10,000 litros.
Hoy, las escuelas beneficiadas cuentan con mayor acceso a agua limpia para sus actividades diarias. Además, las comunidades expresan su satisfacción con los
resultados obtenidos y se han comprometido a garantizar el buen funcionamiento de los sistemas a largo plazo. Para ello, se han conformado comités de operación
y mantenimiento integrados por autoridades locales, maestros y padres de familia.
En Huajojutla y Acamixtla ya se han dado los primeros pasos hacia la conformación de sus propios comités, destacando la participación activa y significativa
de mujeres de la comunidad.
Formación y conocimiento
Otro de los pilares del proyecto ha sido la capacitación a profesionales de distintos sectores —público, privado, académico y sociedad civil— quienes ahora
aplican lo aprendido en la enseñanza, planeación y gestión de nuevos proyectos relacionados con el agua.
Calidad del agua
La calidad del agua ha sido también un tema prioritario. De manera periódica se realizan muestreos y análisis en las fuentes y zonas de descarga de las
comunidades. Estos estudios han mostrado una disminución de contaminantes en el agua tratada, aunque en el último año se identificó un incremento de
contaminantes relacionados con actividades de joyería, lo que representa un nuevo reto para el tratamiento y la conservación de la calidad del agua.
Los avances de MiAgua SaMic muestran que cuando las comunidades se organizan, los resultados se traducen en beneficios reales y sostenibles. La instalación
de los SCALL, la formación de comités locales, la capacitación de profesionales y el monitoreo de la calidad del agua reflejan el compromiso colectivo por
cuidar y aprovechar mejor este recurso vital.
El proyecto seguirá avanzando con la participación activa de cada comunidad, fortaleciendo la cultura del agua y asegurando que las generaciones presentes y
futuras puedan disfrutar de un entorno más sano y sustentable.